Tras la escabrosa muerte de su esposa Isabel, el rey Fernando VII opta por un matrimonio con su sobrina María Josefa Amalia de Sajonia, una joven de quince años de edad, aficionada a la poesía y criada en un convento en Dresde. Durante la noche de bodas, al descubrir la descomunal dotación del rey, la joven reina abandona con espanto el lecho conyugal. Tiempo después, convertida Amalia en una huidiza profesional ante cualquier posible encuentro con su esposo —y enamorada además de un mozo jerezano—, el mismísimo Papa le escribe una carta para recordarle las obligaciones reproductivas que tiene como esposa para con el rey. Pero la astuta joven reina, lejos de acatar las órdenes del Santo Pontífice, urde otros planes que puedan satisfacer al rey y a ella. Y, por qué no…, a alguien más de la Corte.